Edward Wayne Brady, un convicto recluido en una prisión en Oklahoma, espera el momento de su sentencia, la silla eléctrica. Edward fue en...
Edward Wayne Brady, un convicto recluido en una prisión en Oklahoma, espera el momento de su sentencia, la silla eléctrica. Edward fue encontrado culpable de seis asesinatos. Lo único que lo puede salvar de ese destino es que lo declaren insano, y es que la estabilidad mental de Edward hace rato que pende de un hilo. Luego de que su psicólogo, el Dr. Alan Fischer, se suicidara, el encargado de tomar la decisión final de si Brady está loco o no es el Dr. James Martin, quién tiene una última entrevista con el condenado el día en el que está pactada su ejecución.
Nefarious me resultó un soplo de aire fresco, sí bien está catalogada cómo una película de terror acá no vamos a encontrar gore, sangre o jumpscares, el film trata de perturbarnos mediante la idea de la posesión demoníaca (que casi que es un subgénero en sí) y los temas que trata.
Durante los primeros minutos de la peli, Edward le comunica a James que en realidad es Nefarious, un demonio que está poseyendo a Brady y qué es el responsable de las atrocidades que éste cometió. La mayoría de los minutos de cinta transcurren ahí, dentro de la sala donde los dos protagonistas están teniendo esa charla, con Nefarious contándole a James todo su gran plan, y con éste último tratando de dilucidar si Edward está cuerdo o no.
La peli se sostiene en eso, en los diálogos y la interacción de éstos dos personajes, y logra engancharte casi de una, con unas actuaciones espectaculares, que si fuera de otra manera, no llamaría tanto, no te invitaría a quedarte los casi 100 minutos que dura. Jordan Belfi está muy bien cómo el profesional y ateo Dr. Martin, pero sin lugar a dudas el que lleva todo el peso del film es Sean Patrick Flanery (Nefarious/Edward), a quién recuerdo de pelis cómo The Boondock Saints (1999) o SAW 3D (2010) entre muchísimas otras.
En la larga charla que se da entre estos dos, se tocan temas sensibles cómo el aborto, la guerra, y en términos un poco más esotéricos, la eterna lucha entre el bien y el mal, entre “Dios” y “El Diablo”, o cómo Nefarious lo llama, “su jefe.” Antes de ver la peli, había llegado a leer que la misma tenía tintes de “propaganda religiosa”, y puedo a llegar a entender ese punto, sin embargo, no creo que llegue a enlodar demasiado la apreciación que se puede hacer sobre la película cómo producto en sí, y después de todo, sí nos deja pensando o nos produce rechazo está logrando generar algo en el espectador.
No hay mucho que apreciar o que valga la pena mencionar aparte sobre lo técnico del film, las tomas están bien hechas y nos logra transmitir las emociones de los personajes, los sets están correctos, y no mucho más, no es a lo que apunta después de todo.
Nefarious es una peli entretenida, que busca perturbar al espectador mediante los temas que toca, combinando el terror de la posesión demoníaca con bastante de thriller y suspenso.
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