Sé que aún faltan dos episodios para que termine Compañeros de Viaje en Paramount Plus, pero ya necesitaba hablar de ella. Discutirla con...

Sé que aún faltan dos episodios para que termine Compañeros de Viaje en Paramount Plus, pero ya necesitaba hablar de ella. Discutirla con ustedes. Sobre todo, porque creo que es una de las mejores series del año y merece todo el reconocimiento del mundo. Estoy segura que entrará en mi top 10 de series de 2023.
Bueno, pero de ¿qué va Compañeros de viaje? La serie sigue el viaje, valga la redundancia, de dos hombres homosexuales y su amor imposible, que comienza en la década de 1950 con el macarthismo y se expande hasta la década de 80 en plena crisis del SIDA.
La principal cosa que me ha gustado de esta serie son las actuaciones de Matt Bomer y Jonathan Bailey como Hawk y Tim, respectivamente. A Bomer lo sigo desde White Collar y me ha encantado su interpretación estoica de Hawk. Creo que es sensacional cómo interpreta a un hombre gay que tiene que ocultar quién es para poder sobrevivir en la esfera política. Algunos de los diálogos de Hawk me parecen los más fuertes de la serie por todo ese autodesprecio y homofobia que cargan. Por ejemplo, cuando lleva al hermano gay de su esposa a un lugar donde hacen terapia de conversión (la cual incluye electrochoques) y es capaz de decir las cosas más hirientes contra los suyos sin, al parecer, ningún remordimiento. Es un personaje muy complejo. Lo odio por momentos, pero también entiendo su posición. Creo que todos podemos empatizar con él en algún punto de la serie.

Por otro lado, esta es la primera vez que veo un proyecto de Bailey, pero ya entiendo por qué la gente lo ama en Bridgerton. Bailey interpreta a Tim de una manera muy inocente e ingenua. Y le queda sensacional. Me dan ganas de abrazarlo y protegerlo del mundo. Realmente le compro esa personalidad bondadosa y cariñosa. Definitivamente, es mi personaje favorito de la serie.
La segunda cosa que me gusta de la serie es la química que hay entre Bomer y Bailey. Les juro que es intensa y traspasa la pantalla. Creo que la serie tiene algunas de las mejores escenas de sexo gay que he visto en pantalla. Son explicitas, pero bien cuidadas. Se ve que hubo un coordinador de intimidad detrás. Y no creo que sean gratuitas, creo que reflejan muy bien el desarrollo de su relación y de los personajes. Sobre todo de Tim, que es muy religioso. Y a lo largo de la serie se ve que batalla entre aceptar quién es, de quién está enamorado y su fe.

La tercera cosa que me gusta de la serie es la relación secundaria entre Marcus y Frankie, tal vez porque se sale de lo normativo. Frankie es una persona muy femenina y hace drag, mientras que Marcus es muy masculino y al principio le cuesta aceptar que se siente atraído por alguien como Frankie. Pero además su relación trae otro tema importante sobre la mesa: el racismo. Además de ser queers, ambos son negros y tienen que enfrentarse al racismo de la época.
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